El Camín Real de La Mesa es una ancestral vía de comunicación desde tiempos prerromanos entre Asturias y la Meseta. Se cree que esta calzada fue edificada sobre otra senda más antigua que existía desde tiempos primigenios y que era utilizada por los pobladores de la zona. Ganó notoriedad con la conquista de Roma, cuando fue pavimentado como una de las calzadas que vertebraba la red de comunicaciones de Hispania.

El Camín Real de La Mesa discurre a lo largo de los términos municipales de Somiedo, Teverga, Belmonte de Miranda y Grado. Hasta el siglo XIX fue una de las vías de comunicación entre Asturias y La Meseta más transitadas, con una dilatada historia que se remonta, como mínimo, a los momentos previos a la conquista romana (último cuarto del siglo I a.C.).

Hoy en día, es una ruta que discurre entre el pueblo leonés de Torrestío y la villa asturiana de Grado, atravesando la Cordillera Cantábrica por el Puerto de La Mesa y recorriendo los concejos de Somiedo, Teverga, Belmonte y Grado, siendo aconsejable dividir el itinerario en tres etapas, de las cuales la primera discurre por el concejo de Teverga.

Su trayecto muestra diferentes ejemplos del relieve asturiano, desde las montañas de la Cordillera Cantábrica hasta los valles interiores pertenecientes a la cuenca hidrográfica del Río Nalón. En su tendido y permanente descenso muestra una variada gama de paisajes ordenados en pisos altitudinales, desde las altas cumbres y brañas somedanas y teverganas, hasta la vega fluvial del Nalón en Grado, conformando una suerte de espina dorsal que vertebra el territorio citado.

Etapa 1. Torrestío - Puerto de La Mesa - Braña de La Mesa - Collado de La Magdalena - Braña de la Corra - Xuegu la Bola - Piedraxueves - Puerto de San Lorenzo

Partimos de Torrestío por el camino que encontramos al final del pueblo y que asciende en sus inicios con bastante pendiente hasta el Puerto de la Mesa de unos 1.780 metros de altura, aquí un mojón nos indica la divisoria entre Asturias y León. Éste lugar es un mirador excepcional, desde allí podremos disfrutar de unas panorámicas increíblemente bellas de las cumbres de la Cordillera Cantábrica, como Peña Ubiña (2.417 metros), el Regañón, el Morro Negro y la Sierra de los Bígaros, entre otras. 

En suave descenso el sendero avanza hasta la braña de La Mesa, con corros o cabañas con techo de piedra, y teitos, cabañas con techo de cubierta vegetal. Poco después, la vía atraviesa el lugar conocido como El Muro, con los restos del talud defensivo construido por los astures para intentar rechazar el avance romano, desde donde sigue la ruta en ligero descenso con buenas vistas del concejo de Teverga y la Sierra del Aramo.

Siguiendo la marcha dirección sur, y con un ligero perfil ascendente, se alcanza el Collado de La Magdalena, con impresionantes vistas del valle glaciar de Saliencia. A partir de aquí el camino sigue el Cordal de la Mesa pasando debajo de Peña Negra, una impresionante mole de cuarcita negra claramente identificable. Son parajes de gran belleza en los que aún se pueden apreciar restos del antiguo empedrado de la vía. Un poco más allá el camino cruza la braña de La Corra, para dese aquí iniciar una pequeña ascensión al Xuegu la Bola, a los pies de la Peña El Michu. El tramo final en descenso atraviesa grandes camperas hasta la venta de Piedraxueves, para poco después llegar al punto final de la jornada, el alto de San Lorenzo, divisoria entre Teverga y Somiedo.

Seguimos por la senda llaneando en amplia curva hasta llegar a los llanos de La Magdalena, donde hay otra desviación hacia Saliencia. El Camino sube a la fuente de Las Barreras y la Sedernia para dejarnos en la base de la Peña Negra, donde se ven claramente restos de la calzada.